Tras la aventura en el diseño de cuchillos, con sus luces y sus sombras, decidí seguir probando mis conceptos y la conclusión a la que llegué es de controlar todo el proceso para poder testear los diseños propios. Para ello conté con la enorme paciencia de un amigo íntimo, Yllart Martínez, artesano que se dedica a la herrería aplicada a la Esgrima Antigua; osea que fabrica espadas, dagas , rodelas, cascos, etc..
http://destrezania.blogspot.com.es/search/label/daga%20de%20vela
Competir a nivel artesanal con los acabados industriales es una tarea ardua sino tienes las herramientas adecuadas y la adquisión de conocimientos no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Hay que ir paso a paso.
De varias pruebas que hicimos, decidí hacer en el año 2011 la version 2 del cuchillo Montaraz:
MONTARAZ 2
Le hicimos varios taladros en el mango para adelantar el peso hacia adelante. Lo fabricamos en acero F114, que es un acero muy justito para cuchillería pero aun así quise ver las características de la pieza. Se hizo por desbaste en una pletina normalizada de 6 mm de grosor.
La vieja fragua de propano de Yllart sirvió para hacer la magia de dar el temple a la pieza.
Se fabricaron dos unidades, para mi y un amigo.
El encabado fué en madera de roble, que es lo que suelo tener por mi taller, sujeto con varillas de latón remachadas.
Mi conclusión al respecto es que al modelo le sobraban los agujeros del mango, ya tiene masa de sobra en el ancho de pala. En vaciado es plano y va a cero pues realmente lo que busco es un cuchillo que una vez construido el vaciado sea fácil de reafilar y tenga buena capacidad de corte.
No tiene un temple con un grado alto de dureza pero aguanta el filo bastante bien.
Siguiendo con mis investigaciones sobre vaciados me atreví a meterle mano a dos piezas que había diseñado. El motivo principal es que quería probar sobre el acero Mova típico de Albacete. Los vaciados cóncavos de Albacete son buenos para ciertas cosas, el reafilado se hace un coñazo cuando la herramienta pierde el filo.
De dos unidades de Hispanus que tengo, en el año 2012 modifiqué uno de ellos en favor de mis inquietudes a sabiendas de antemano de que podía estropearlo. El resultado sería una versión dos del Hispanus:
Eliminado masa de su lomo, eliminando el filo afalcatado y cambiando el vaciado, se trata de una ñapa. Pues hacer un vaciado plano sobre uno ya hecho cóncavo es ya de por sí una lata. Siempre cuidando de no destemplarlo, enfriándolo a cada paso del proceso.La mitad del filo de la hoja tiene un vaciado plano a cero y tiene un filo cojonudo y para nada débil.
Aqui con una funda sencilla de las que suelo hacer últimamente. Sin remaches ni corchetes.
También hice lo mismo con mi unidad de Iberus Gladius, eliminé masa del lomo, el afalcatado del filo, pronuncié su punta y cambié los vaciados.
La silueta de los lomos de estas dos pruebas quedaron con forma curva pues al eliminar la parte del lomo había que salvar un taladro que traía el diseño del Hispanus e Iberus Gladius.
Sobre la verisón uno del Montaraz, después de usarlo una temporada en mi taller como cuchillo para todo me fabriqué un cuchillo en acero al carbono 1042 persiguiendo la idea de hacerme un cuchillo mini todo terreno:
Aqui junto a la versión del foro SyN del Montaraz. Se trataba de hacer un cuchillo muy robusto de 6 mm de grueso y con un vaciado convexo a cero desde la mitad de su ancho de pala. Como novedad me di el capricho de realizarle un pomo del mismo material remachado en caliente a la espiga en proceso de fragua.
Corte de silueta por desbaste:
Primer desbaste del vaciado..
Ajuste de la espiga para el pomo, rebajado de peso en el mango. La pletina de acero 1042 venía normalizada pero tenía partes que estaban my duras, de ahí que se vean avellanados los agujeros para aligerar el peso en el mango. También presenta la marca donde le hice un rebaje a dos caras para agarre del dedo pulgar en caso de asir el cuchillo por el lomo.
El pomo decidimos soldárselo por la cara interior y remacharlo por la cara exterior.
Templado de la hoja, después revenido de la hoja y ajustes de vaciado..
Usé para esta ocasión madera de encina que me encanta y es muy de mi tierra. Para poder ajustar bien las cachas las pego con resina epóxica mediante tornillos, para poder trabajar bien las cachas a mi antojo.
Después de trabajar la madera con escofinas, limas y raspines y lijas varias, procedo a pegarle y remacharle los pasadores de latón hueco para el pasa cordón y macizos para los dos primeros.
El resultado es un cuchillo pequeño, super dimensionado de grosor para el tamaño que tiene, con un vaciado convexo que no está nada mal haberlo experimentado y un pomo metálico ideal para usarlo sin miramientos de martillo. En realidad en el primer cuchillo que se hizo para el foro SyN, el Ibero, planteé este concepto de remate de mango, buscando las máximas prestaciones a la herramienta.
Saludos
